El té verde puede ofrecer cierta protección contra los daños causados por los rayos UV gracias a sus propiedades antioxidantes, en particular la presencia de polifenoles como la epigalocatequina-3-galato (EGCG). Estos compuestos pueden ayudar a combatir el daño cutáneo inducido por los rayos UV e incluso contribuir a reducir el riesgo de cáncer de piel.
Las investigaciones sugieren que los polifenoles del té verde pueden proteger la piel del daño inducido por los rayos UV, incluidas las quemaduras solares y, potencialmente, el cáncer de piel.
Los polifenoles del té verde ayudan a reducir la inflamación, inhibir el daño al ADN y mejorar los mecanismos de reparación del ADN en la piel, todos ellos importantes para prevenir el daño relacionado con los rayos UV.
Si bien el consumo de té verde puede ser un complemento beneficioso para la protección solar, es fundamental recordar que no es un sustituto del protector solar.