Los investigadores preguntaron a pacientes, algunos de los cuales habían sufrido dolor lumbar durante hasta 40 años, si estar en la naturaleza les ayudaba a sobrellevar mejor su dolor lumbar. Descubrieron que quienes podían pasar tiempo en sus propios jardines experimentaban beneficios para la salud y el bienestar. Sin embargo, quienes podían sumergirse en espacios verdes más amplios, como bosques, se sentían aún más positivos, ya que podían sumergirse en el entorno y concentrarse más en él que en sus niveles de dolor. Los investigadores han recomendado incorporar el tiempo que se pasa en la naturaleza en los planes de tratamiento de las personas y también están utilizando sus hallazgos para desarrollar intervenciones de realidad virtual que permitan experimentar algunos de los beneficios de estar en la naturaleza sin necesidad de viajar a ningún sitio si no pueden hacerlo.
La investigación, publicada en The Journal of Pain, es la primera de su tipo en preguntar a personas que padecen dolor lumbar crónico (en algunos casos durante casi 40 años) sobre el papel que juega la naturaleza en las estrategias de afrontamiento que emplean para ayudar a controlar su condición.
Los investigadores descubrieron que las personas que podían salir a la naturaleza dijeron que esto les permitía conectarse con otros a un nivel social, mientras que de otro modo pasarían gran parte de su tiempo en interiores y aislados.
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