Los antojos son deseos frecuentes, específicos e intensos de comer un alimento en particular, pero no necesariamente se deben al hambre. La distinción es simple: el hambre es la necesidad de nuestro cuerpo de obtener nutrientes. En cambio, los antojos son las señales que nos da el cuerpo de que queremos comer algo en particular.

Según los expertos, la fuente de los antojos puede ser externa o interna. Las señales externas pueden condicionarse, como tener antojo de palomitas en el cine o comer helado al prepararse para ver su programa favorito. Las señales internas, como la tristeza, también pueden incitar a las personas a desear ciertos alimentos. En momentos difíciles, muchas personas tienden a buscar comida reconfortante para obtener gratificación instantánea.

Sea cual sea la motivación detrás de un antojo en particular, algunos expertos afirman que es mejor no evitar por completo lo que se desea. La comida no solo es buena para la nutrición, sino también para el disfrute. La clave podría estar en "reentrenar" el cerebro para evitar antojos de comida poco saludable. Aquí tiene algunos métodos que puedes probar:

Mantente hidratado. La deshidratación puede provocar hambre o aumentar los antojos. Si los antojos aparecen por la noche, justo cuando quieres relajarte, una taza de té de hierbas sin cafeína es una buena opción.