1. Aumenta la energía y la concentración: el ejercicio regular aumenta los niveles de energía y mejora la concentración, lo que ayuda tanto a los padres como a los estudiantes a afrontar sus días ocupados con más eficiencia y menos fatiga.
2. Reduce el estrés: La vuelta al cole puede ser estresante. El ejercicio libera endorfinas, que actúan como antiestrés naturales, ayudándote a mantener la calma y la concentración.
3. Mejora la salud general: Mantenerse activo fortalece el sistema inmunitario, lo que lo hace menos susceptible a las enfermedades estacionales. El ejercicio regular también favorece la salud cardiovascular, mejora la calidad del sueño y promueve un peso saludable.
Como padre, también puede ser un reto mantener una rutina de ejercicios durante el ajetreado año escolar. Aquí tienes algunos consejos:
1. Entrenamientos matutinos: Empieza el día con un entrenamiento rápido antes de que se despierten los niños. Una sesión de HIIT (Entrenamiento Interválico de Alta Intensidad) de 20 minutos puede activar tu metabolismo y mantenerte con energía durante todo el día.
2. Ejercicios rápidos para el almuerzo: Si tus mañanas son demasiado ajetreadas, haz ejercicio durante el almuerzo. Una caminata rápida, una carrera corta o una rutina de 15 minutos con el peso corporal pueden marcar una gran diferencia.
3. Relajación nocturna: Una vez que los niños se hayan acostado, tómate un tiempo para ti con una relajante sesión de yoga. Es una excelente manera de estirarte y relajarte antes de dormir.