La exposición prolongada de la cabeza a la luz solar intensa deteriora significativamente las funciones cognitivas y la coordinación de tareas motoras complejas, según un nuevo estudio. Esto podría tener importantes implicaciones para la seguridad y la productividad laboral.
Aproximadamente la mitad de la población mundial vive en regiones donde el estrés térmico es un problema que afecta la capacidad de llevar una vida sana y productiva. Es bien sabido que trabajar en condiciones de calor, y la hipertermia asociada (aumento de la temperatura corporal), puede afectar la capacidad para realizar trabajos manuales físicamente exigentes. Sin embargo, no se han documentado los efectos sobre las funciones cognitivas, y en concreto la influencia de la exposición a la luz solar en la temperatura y la función cerebral humana.
Un estudio de 2020 muestra claros efectos negativos de la exposición prolongada de la cabeza a la luz solar, lo que implica que podemos haber subestimado sus verdaderos efectos, ya que los estudios anteriores se han realizado tradicionalmente en el laboratorio, sin tener en cuenta el marcado efecto que puede tener la radiación solar, en particular, cuando la cabeza está expuesta durante un período prolongado.
"La novedad del estudio radica en que aportamos evidencia de que la exposición directa a la luz solar, especialmente en la cabeza, perjudica el rendimiento motor y cognitivo", afirma el profesor Lars Nybo, coordinador del proyecto del Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deporte de la UCPH. Continúa: "Además, el deterioro del rendimiento motor y cognitivo se observó a 38,5 °C, lo que supone una temperatura corporal un grado inferior a la demostrada en estudios previos, lo cual supone una diferencia sustancial".
Conozca más: https://www.sciencedaily.com/releases/2020/06/2006... 8 3404.htm