La mejor forma de mantenerse hidratado durante el ejercicio en el calor es priorizar beber líquidos antes, durante y después del entrenamiento, tratando de beber sorbos frecuentes en lugar de grandes tragos.
Aquí te explicamos cómo:
• Comience hidratado: beba entre 15 y 20 onzas de agua 1 o 2 horas antes de comenzar su entrenamiento.
• Refuerzo previo al entrenamiento: beba entre 8 y 10 onzas de agua más 15 minutos antes de comenzar, según una publicación del blog de Certify Fit.
• Durante el ejercicio: beba de 7 a 10 onzas de líquido cada 10 a 20 minutos en pequeños sorbos, incluso si no
• Entrenamientos más largos: para entrenamientos de más de 45 a 60 minutos de duración, considere utilizar una bebida con carbohidratos y electrolitos, que proporciona hidratación, electrolitos y carbohidratos.
A continuación se presentan algunas otras pautas a tener en cuenta:
• Ajuste la cantidad y la frecuencia en función de su tasa de sudoración y la intensidad de su actividad.
• Reemplace los líquidos perdidos a través del sudor bebiendo entre 16 y 24 onzas de agua después del ejercicio.
Las bebidas deportivas o las tabletas de electrolitos pueden ayudar a reponer los electrolitos perdidos a través del sudor.
Continúe bebiendo líquidos con las comidas para asegurar una hidratación adecuada después de su entrenamiento.
• Controle el color de la orina: la orina de color amarillo pálido generalmente indica una buena hidratación.
• Evite el alcohol: el alcohol puede deshidratar y debe evitarse durante o después del ejercicio.
• Esté atento a los síntomas: preste atención a los signos de deshidratación, como sed excesiva, mareos o fatiga, y ajuste su hidratación en consecuencia.