Comer jengibre favorece una digestión eficiente, por lo que los alimentos no permanecen tanto tiempo en el intestino. Facilitar el vaciado gástrico puede aliviar las náuseas causadas por: • Quimioterapia. Los expertos que trabajan con pacientes que reciben quimioterapia para el cáncer afirman que el jengibre puede aliviar las náuseas posteriores al tratamiento, evitando algunos de los efectos secundarios de los medicamentos antináuseas. Embarazo. Durante generaciones, las mujeres han elogiado el poder del jengibre para aliviar las náuseas matutinas y otras molestias asociadas con el embarazo. Incluso la Academia Estadounidense de Obstetricia y Ginecología lo menciona como un remedio no farmacéutico aceptable para las náuseas y los vómitos. Hinchazón y gases. Consumir jengibre puede reducir la fermentación, el estreñimiento y otras causas de hinchazón y gases intestinales. Desgaste celular. El jengibre contiene antioxidantes. Estas moléculas ayudan a controlar los radicales libres, compuestos que pueden dañar las células cuando su número aumenta demasiado. Cómo hacer té de jengibre 1. Compre un trozo de jengibre fresco. 2. Recortar los nudos difíciles y las puntas secas. 3. Pelarlo con cuidado. 4. Córtelo en rodajas finas y transversales. 5. Coloque algunas de las rodajas en una taza o jarro. 6. Vierta agua hirviendo y tape. 7. Para aprovechar al máximo los beneficios del jengibre, deje reposar las rodajas durante al menos 10 minutos.