Los cambios de humor en otoño son comunes y varían desde la melancolía otoñal hasta un trastorno afectivo estacional (TAE) más grave, un tipo de depresión relacionada con la disminución de la luz solar. Los síntomas pueden incluir fatiga, tristeza, pérdida de interés en las actividades, cambios en el sueño y el apetito, y dificultad para concentrarse.
Estos cambios suelen desencadenarse por una menor exposición a la luz diurna, que afecta los niveles de serotonina y melatonina, alterando el reloj interno del cuerpo. Para afrontarlos, intente tomar sol con regularidad, hacer ejercicio, mantener un horario de sueño estable y buscar ayuda profesional si los síntomas son graves o persistentes.
La disminución de la luz solar, los días más cortos y la disminución de la luz solar pueden alterar el reloj interno del cuerpo, o ritmo circadiano. La actividad física regular, como caminar o hacer senderismo, puede mejorar el estado de ánimo y la energía. Mantener un ciclo de sueño-vigilia y un horario diario regulares también favorecerá el reloj interno del cuerpo.