La terapia hormonal se suele utilizar después de la cirugía (como terapia adyuvante) para ayudar a reducir el riesgo de que el cáncer vuelva a aparecer. A veces se inicia antes de la cirugía como terapia neoadyuvante.
Por lo general, se toma durante al menos 5 años. Se puede ofrecer un tratamiento de más de 5 años a las mujeres cuyos cánceres tienen una mayor probabilidad de reaparecer. Se puede utilizar una prueba llamada Índice de cáncer de mama para ayudar a decidir si una mujer se beneficiará de más de 5 años de terapia hormonal.
La terapia hormonal también se puede utilizar para tratar el cáncer que ha regresado después del tratamiento o que se ha propagado a otras partes del cuerpo.
Aproximadamente 2 de cada 3 cánceres de mama son receptores hormonales positivos. Sus células tienen receptores (proteínas) para el estrógeno (cánceres ER-positivos) y/o la progesterona (cánceres PR-positivos) que ayudan a las células cancerosas a crecer y propagarse.
Existen varios tipos de terapia hormonal para el cáncer de mama. La mayoría de los tipos de terapia hormonal reducen los niveles de estrógeno en el cuerpo o impiden que el estrógeno ayude a que las células del cáncer de mama crezcan.
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