Su hijo adolescente podría estar en una montaña rusa emocional durante las fiestas. El estrés familiar, la presión social, las rutinas interrumpidas, las preocupaciones financieras y la menor exposición al sol (SAD) pueden agravar su sobrecarga emocional, ya que puede mostrar mal humor. Aquí tiene algunos comportamientos a los que debe prestar atención:
• Tristeza excesiva, llanto, irritabilidad o enojo.
• Alejarse de la familia/amigos o de sus actividades favoritas.
• Cambios significativos en el sueño o el apetito/peso.
• Dificultad para concentrarse, fatiga, dolores inexplicables.
• Desesperanza, inutilidad o pensamientos de autolesión (llame al 988).
Cómo ayudar
• Hablar abiertamente: Anímelo a hablar sobre sus sentimientos sin juzgar.
• Establecer límites: Ayúdelos a decir “no” a eventos abrumadores y limite el uso de las redes sociales.
• Mantenga una rutina: mantenga un sueño saludable, una dieta saludable y ejercicio.
• Fomentar el autocuidado: promover actividades que disfruten (incluso las que no sean festivas) y estrategias para aliviar el estrés.
• Busque ayuda profesional: terapia (conversación, terapia de luz para el TAE) o medicación si es necesario.
