Investigadores de Baylor College of Medicine, Stanford School of Medicine e instituciones colaboradoras informan en la revista Nature que han identificado una molécula en la sangre que se produce durante el ejercicio y que puede reducir eficazmente la ingesta de alimentos y la obesidad en ratones. Los hallazgos mejoran nuestra comprensión de los procesos fisiológicos que subyacen a la interacción entre el ejercicio y el hambre.

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