Varios estudios sugieren que los hombres que realizan actividad física regularmente tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer de próstata o morir a causa de la enfermedad.
Los médicos coinciden en que, probablemente, no sea solo el ejercicio lo que cuenta, sino también la pérdida de peso posterior. Los estudios han vinculado la obesidad con formas particularmente agresivas de cáncer de próstata, y otras investigaciones también han vinculado el aumento de peso con un mayor riesgo de recurrencia en hombres que ya han recibido tratamiento.
Además, la obesidad también puede interferir con las herramientas de detección del cáncer de próstata, como las pruebas de PSA o los exámenes rectales digitales, lo que dificulta la detección temprana de la enfermedad.
Independientemente de cómo la obesidad afecte al cáncer de próstata, es conveniente mantenerse en forma. A continuación, se ofrecen algunas pautas:
• Los hombres adultos de 18 a 64 años deben realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, y al menos 2 días a la semana de actividades que fortalezcan los músculos.
• Los adultos mayores de 65 años o más también deben realizar al menos 150 minutos por semana de actividad de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, y al menos 2 días por semana de actividades que fortalezcan los músculos e incorporen actividades para mejorar el equilibrio, como pararse en un pie

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