Entendiendo la alimentación emocional
18 Jan 2025 por Ted Escobedo 2 minuto de lectura
A medida que nos embarcamos en un nuevo año y quizás una nueva dieta, es importante entender que a veces nuestras emociones pueden obstaculizar nuestra capacidad de seguir un plan de alimentación saludable.
Comer emocionalmente puede sabotear sus esfuerzos por perder peso. A menudo le lleva a comer demasiado, especialmente alimentos ricos en calorías, dulces y grasos. La buena noticia es que si es propenso a comer emocionalmente, puede tomar medidas para recuperar el control de sus hábitos alimenticios y volver a encaminarse hacia sus objetivos de pérdida de peso.
Comer emocionalmente es comer para suprimir o calmar emociones negativas, como el estrés, la ira, el miedo, el aburrimiento, la tristeza y la soledad. Los acontecimientos importantes de la vida o, más comúnmente, los problemas de la vida diaria pueden desencadenar emociones negativas que conducen a comer emocionalmente y perturban sus esfuerzos por perder peso.
Cuando las emociones negativas amenazan con provocar la ingestión emocional de alimentos, puede tomar medidas para controlar los antojos. Para ayudar a dejar de ingerir alimentos emocionales, pruebe estos consejos:
• Lleve un diario de lo que come. Anote lo que come, cuánto come, cuándo come, cómo se siente cuando come y cuánta hambre tiene. Con el tiempo, es posible que observe patrones que revelen la conexión entre el estado de ánimo y la comida.
• Controle su estrés. Si el estrés contribuye a que coma emocionalmente, pruebe una técnica de manejo del estrés, como el yoga, la meditación o la respiración profunda.
• Analice su hambre. ¿Su hambre es física o emocional? Si comió hace apenas unas horas y no siente ruidos en el estómago, probablemente no tenga hambre. Dé tiempo a que pase el antojo.
• Elimine las tentaciones. No guarde en casa alimentos reconfortantes a los que sea difícil resistirse. Y si se siente enojado o triste, posponga su visita al supermercado hasta que haya controlado sus emociones.
• No se prive de nada. Cuando intenta perder peso, es posible que limite demasiado las calorías, coma los mismos alimentos repetidamente y destierre los dulces. Esto puede servir para aumentar sus antojos de comida, especialmente en respuesta a las emociones. Coma cantidades satisfactorias de alimentos más saludables, disfrute de un capricho de vez en cuando y consuma mucha variedad para ayudar a controlar los antojos.
• Aprenda de los contratiempos. Si tiene un episodio de alimentación emocional, perdónese y comience de nuevo al día siguiente. Trate de aprender de la experiencia y planifique cómo puede prevenirla en el futuro. Concéntrese en los cambios positivos que está haciendo en sus hábitos alimenticios y reconózcase el mérito por hacer cambios que lo llevarán a una mejor salud.