Entender los "malos" pensamientos
12 Dec 2020 por Ted Escobedo 2 minuto de lectura
Nuestro cerebro a veces nos dice cosas que pueden herir nuestros sentimientos o hacernos sentir inseguros. Estos patrones se aprenden y se convierten en hábitos. Muchas personas desarrollan estas distorsiones cognitivas debido a eventos adversos o traumáticos en la vida. Cuanto más se prolonguen estos eventos, es más probable que se formen estos patrones de pensamiento. Recientemente, los investigadores de salud mental han identificado algunos tipos únicos de distorsiones del pensamiento:
• Pensamiento polarizado: también conocido como pensamiento “en blanco y negro” o “todo o nada”. "Si no soy perfecto, soy un fracaso".
• Etiquetado: reducirse uno mismo a una sola palabra descriptiva que suele ser negativa. Ejemplo: "Solo soy un borracho".
• Sobre generalizar: aplicar incorrectamente una conclusión sobre un evento a todo en la vida. Ejemplo: “Fallé esta prueba. Apesto en todo".
• Personalización: culparse a sí mismo por problemas o situaciones que están fuera de su control o tomar las cosas personalmente cuando no tienen que ver con usted. Ejemplo: "Mi amigo se emborrachó en la fiesta y arruinó la noche de todos. Si le hubiera impedido beber tanto, habría sido mejor. Esto es mi culpa."
• Descartar lo positivo: descartar cualquier cosa positiva en la situación y creer que todas las cosas buenas que suceden son accidentes. Ejemplo: "Solo obtuve una promoción porque tuve suerte".
• Lectura de la mente: suponiendo que sepa lo que piensan otras personas, y casi siempre es negativo. Ejemplo: "Todos piensan que soy feo". El hecho de que podamos aprender patrones de pensamiento negativos significa que también podemos aprender patrones de pensamiento positivos y útiles que se basan en la realidad. Pero primero, debemos identificar las distorsiones que tenemos para poder revertirlas.
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