La actividad física promueve el movimiento del sistema inmunológico a través de los glóbulos blancos a más lugares donde se pueden identificar virus y bacterias.
El ejercicio no sólo hace que las células inmunitarias se muevan por todo el cuerpo durante la actividad, sino que también promueve una presencia duradera de estas células inmunitarias hasta tres horas después de completar el ejercicio. Esto proporciona tiempo adicional para que las células inmunitarias identifiquen intrusos no deseados y eviten que usted se enferme.
Con el ejercicio constante, las células inmunitarias tienen más tiempo para patrullar el cuerpo en busca de bacterias y virus. Por lo tanto, es beneficioso adoptar una rutina de movimiento del cuerpo en lugar de hacer ejercicio sólo de vez en cuando.
El ejercicio no tiene por qué significar correr o realizar una larga caminata; Comience poco a poco y ajuste su rutina según sea necesario. Realice breves períodos de actividad a lo largo del día si no puede hacerlo todo a la vez; ¡algo de movimiento es mejor que ninguno!
Fuente: https://www.gundersenhealth.org/health-wellness/mo...

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