La mayoría de las personas sanas que tienen un resfriado o una bronquitis leve sin fiebre ni tos intensa pueden seguir haciendo ejercicio durante su enfermedad. Sin embargo, inicialmente desea reducir su intensidad y duración a la mitad. Si se siente bien más tarde en el día después de su entrenamiento más ligero, puede aumentar gradualmente la cantidad que hace durante su próxima sesión. Pero si se siente agotado después de hacer ejercicio, tómese un día libre antes de volver a hacer ejercicio.

Con gripe o cualquier enfermedad respiratoria que cause fiebre alta, dolores musculares y fatiga, espere hasta que la fiebre haya desaparecido antes de volver a hacer ejercicio. Tu primer entrenamiento de espalda debe ser ligero, para que no te quedes sin aliento y quieras progresar lentamente a medida que regresas a tu rutina normal. Es posible que sienta la tentación de aumentarlo, pero es mejor hacerlo bajo (baja intensidad) y lento (duración corta).

Fuente: https://www. h ealth.harvard.edu/staying-healthy/cuánto-debo-debería-esperar-después-de-la-gripe-antes-de-reanudar-el-ejercicio