Una nueva investigación sugiere que tanto la salud física como los factores sociales afectan la salud mental de las personas con sobrepeso o consideradas obesas. Un estudio reciente encontró que tener un índice de masa corporal (IMC) más alto aumentaba la probabilidad de sufrir depresión. Esto puede deberse a que la obesidad y la depresión tienen una relación bidireccional, es decir, tener obesidad parece causar depresión y la depresión causa obesidad, dice el Dr. Roger S. McIntyre, profesor de psiquiatría y farmacología de la Universidad de Toronto.
Tanto la depresión como la obesidad son multifactoriales: no existe una sola causa para ninguna de las dos afecciones, dice McIntyre. “Cuando uno analiza cómo la obesidad causa depresión, inmediatamente lo que salta a la vista son los determinantes sociales y ambientales. Por ejemplo, si una persona tiene acceso insuficiente a alimentos saludables debido a la inseguridad económica, eso sería un factor relacionado tanto con la obesidad como con la depresión”, afirma.
El trauma infantil en forma de abuso o negligencia es otro factor que predispone a alguien a la obesidad, la depresión o ambas, dice McIntyre.

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