En la lucha contra el cáncer de próstata, el ejercicio es un arma secreta que sigue dando resultados. Múltiples estudios concluyen que el ejercicio puede ayudar a retrasar o prevenir la progresión del cáncer de próstata. El ejercicio aeróbico después del diagnóstico de cáncer de próstata puede reducir el riesgo de recurrencia o muerte del cáncer de próstata hasta en un 60 por ciento. Si bien un estudio demostró que el mayor beneficio se obtenía al trotar una hora seis días a la semana, un estudio más reciente encontró que simplemente caminar 30 minutos al día, o tres o más horas a la semana, a un ritmo rápido (3 mph o más rápido) puede tener efectos igualmente beneficiosos. El ritmo rápido es importante: un estudio encontró que los hombres que caminaban tres o más horas a la semana a un ritmo rápido después del diagnóstico tenían un riesgo 57 por ciento menor de que el cáncer de próstata reapareciera que los hombres que caminaban a un ritmo más lento, durante menos de tres horas. una semana.

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